I
De mis manos la pureza ha surgido,
temo amarlo, temo dejarlo ir...
¿He errado o mi plenitud no aguarda?
Sumergue el ánima de la rosa en la esencia de mi amado.
II
Sueña, sueña el poeta iluso,
llena sus lágrimas con tristes versos de antaño,
juega con los buenos días, recitándolos a su musa,
llena la vida de letras y de un querer platónico.
III
Ese poeta me ha visitado,
curando la retorcida mente que sujeta mi cordura
"¡Ama, tan sólo ama, mujer!" me ha dicho ablandado,
"¡Ama, que no hay mundo sin dolor!"
IV
Trazaré los cielos con espuma seca,
y amaré, pues, aunque sienta el pecado,
¿Es mi juventud, o mis vagas ideas?
Sueña, sueña el tulipán.
Sueña, sueña...
¡Tonta, tonta!
¡Tonta, tontísima!
¡Deja de soñar!
Sólo ama, como el viajero poeta,
que después tú estarás en su lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario