Tsubasa se había enamorado de Ren, desde el primer día en que lo vio tomando clases de tenis, lo supo; A su corta edad, se podía decir que tan sólo era una pequeña ilusión, que se esparciría con el tiempo y luego, ese sentimiento se alejaría de ella; Pero la sorpresa fue que cada día, Tsubasa quería un poco más a su superior de escuela...
A través de la ventana del tercer piso, en donde estudiaba la chica, se podía observar las prácticas de los muchachos del club de tenis. Tsubasa anhelaba ser una persona un poco más valiente y decirle a Ren todo lo que sentía, pero al parecer, cada vez que su rostro chocaba con los ojos dormidos de aquel personaje, temblaba y se sonrojaba hasta la nariz: "Imposible" decía ella devastada, así que decidió seguir a su héroe platónico a escondidas, para que esa sensación de felicidad permanezca en su corazón.
Cierto día, cuando Ren se dirigía a salir del vestíbulo de varones, oyó un ligero ruido, como si alguien estornudara; Rastreó el sonido hasta chocarse con una sábana blanca en forma de una persona; Levantó la frágil sábana y su mirada se desplazó hacia la tierna Tsubasa, que, roja hasta las rodillas, temblaba de nerviosa:
-¡¿Midori... Tsubasa?!- Exclamó el joven.
-"¡N-No! ¡No soy una per-pervertida ni nada de eso!"- se adelantó Tsubasa con energía y nerviosismo a la vez. Al cabo de unos segundos volvió a hablar: -"¿Eh? ¿Cómo sabe mi nombre?"-
-"Eres Tsubasa de la clase A de segundo, ¿No? Como presidente de lconsejo de estudiantes se quién seres"- Sostuvo fuertemente la sábana con la mano izquierda.
-"¡Ah, era eso...!"- Suspiró con decepción y un poco más tranquila expuso: - "Tsukishiro Ren, clase A de tercero, 16 años, de signo Acuario, le encanta ir de pesca, escuchar música y jugar tenis, su comida favorita es la sopa de fideos, y su deseo es convertirse en un gran músico algún día..."-
-"¿Cómo sabes todo eso?"- Se sorprendió y se alejó un tanto de ella con cuidado.
-"¿Y por qué no debería?"- Preguntó inocentemente.
-"¿Por qué? Bueno..."-
-"¿Te sientes incómodo?"-
-"No es eso... Es solo que... bueno... Nunca habíamos hablado antes, y me parece extraño que salgas con tantas cosas de mí"-
-"Lo siento, ya entiendo..."- Un silencio profundo invadió la escena, y en un largo esperar, se oyeron quejidos y suspiros: Era Tsubasa, estaba llorando con la cabeza gacha.
-"¡Hey! ¿Por qué lloras? ¿Te duele algo?"- Dijo alertado, queriendo consolarla.
-"Sí... No... Me duele, me duele mucho"- Se quejó alzar la mirada.
-"¿En dónde?"-
-"No lo se con exactitud, pero me gusta"- sonrió con dulzura.
-"¿Qué? Creo que no comprendo..."-
Tsubasa alzó la mirada y con un rostro naturalmente brillante dijo con alegría rebosante: -"Superior... ¡Estoy enamorada!"-
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